Sobre mí

Mi vida antes y después de los traumas infantiles

Se calcula que 6 de cada 10 adultos han sufrido experiencias en su infancia y juventud que condicionan su salud física y mental. Sanar traumas es clave, te cuento mi historia, que es una de muchas.

El médico, después de examinarme, me miró a los ojos y me entregó el diagnóstico:

Trastorno de Ansiedad, Estrés y Depresión

Me dijo muy seriamente: “has tenido suerte, estabas teniendo sintomatología que podría indicar un ictus cerebral. Tienes que cambiar YA, quizás con 10 años más, ya no estaría hablando contigo.”

Fue, literalmente, un bofetón hacia la responsabilidad que cada una/o tenemos con nosotras/os mismas/os y nuestra materia prima:

Nuestro cuerpo, mente y espíritu.

Por si esto no fuera suficiente, los años de estrés, ansiedad y depresión crónicos habían causado más víctimas: la relación con mi pareja, con mis hijos, con mi cuerpo, con la vida.

Poco a poco me di cuenta de que, literalmente, había sido mi peor enemiga durante años, ignorando mis necesidades por completo.

Con la perspectiva que otorga la distancia, ese día comenzó lo que yo llamo mi vida más auténtica. El día en que comencé el camino de regreso a mí misma; un camino desafiante, hermoso, intenso y maravilloso. Plagado de luces y sombras.

Marisa-Ruiz-Coach-Sobre-mí-Traumas-Infantiles

Lo primero que hice y que tanto me había costado fue pedir ayuda. Quería entender el origen del problema,

¿Cómo había llegado tan lejos?

Busqué ayuda profesional: psicóloga, coach, cursos…me formé como coach (entrenadora, pero de la mente y del sistema nervioso). La cuestión es que ya había vivido situaciones similares en el pasado, la ansiedad, la depresión y los pensamientos suicidas eran normales dentro de mí. Eso sí, bien escondidos dentro de mí.

Hacia afuera, llevaba los ropajes de mis personajes, camaleónica, adaptándome siempre a lo que yo sentía que el entorno esperaba de mí.

Había vivido diferentes tipos de experiencias y todo tipo de terapias desde mi primera visita al psicólogo con apenas 19 años. No fue hasta que me rompí en mil pedazos, que se destrozaron todas mis corazas, que algo que llevaba casi 30 años en la oscuridad, pudo empezar a hacer su camino hacia la luz…la luz de mi consciencia.

Casi 30 años logré “olvidar” las experiencias traumáticas de mi infancia y juventud. 30 años (casi mi vida entera)

Sufrí estrés postraumático

Marcando no solo mi infancia sino también mi vida adulta.

Según la definición de trauma de la Real Academia de la Lengua Española un trauma es: Un choque emocional que produce un daño duradero en el inconsciente o una emoción o impresión negativa, fuerte y duradera.

Hay muchas personas que han sufrido un evento traumático y/o repetidas situaciones vividas como traumáticas. No obstante, todos los traumas no son el resultado de un episodio puntual.

A veces se produce un “trauma acumulativo”, el resultado de haber estado expuestos durante un largo periodo de tiempo a situaciones que no pudimos/supimos asumir ni gestionar. Estos sucesos suelen generar emociones muy intensas y pueden causar traumas psicológicos y traumas emocionales. Yo sufrí ambos tipos de traumas.

Desde los 4 años sufrí abuso sexual y esta situación traumática se repetiría hasta casi los 13 años. Durante la tierna infancia no solo sufrí abuso sexual, sino también abuso emocional y maltrato físico.

Como muchas otras niñas y niños abusados, mi mecanismo de supervivencia fue el bloqueo de las memorias (razón principal por la cual las asociaciones piden que no prescriban estos delitos.)

¿Las consecuencias?

permíteme que lo explique así:

Si tienes un árbol que recién empieza a crecer y, al lado, tienes el mismo árbol, pero ya adulto. A los dos le das una fuerte patada o incluso varias, ¿a qué árbol crees que le va a afectar con mayor virulencia?

El trauma que en la infancia sufrí, impactó directamente en mi vida adulta.

El estudio de las Experiencias adversas en la infancia (ACE) es una de las mayores investigaciones sobre este tema. Más de 17,000 personas fueron estudiadas.

Se llegó a la conclusión de que la mayoría de adultos había sufrido traumas en su infancia y, en la edad adulta, sufrían las consecuencias en su cuerpo físico y mental.

Lo que me pasó a mí no es ni raro ni excéntrico. El día a día en mi trabajo me lo confirma.

Superar un trauma (o más) es naturalmente más que posible y está al alcance de la mayoría de personas.

Buscar ayuda es clave

Absolutamente clave.

En mi experiencia, fue necesario que creara mi propia metodología para sanarme. No inventé la rueda, sino que trabajé de forma multidisciplinar:

  • liberando el trauma a través del cuerpo (el trauma habita en tu cuerpo y sistema nervioso) – trabajo somático
  • comprendiendo y navegando la complejidad de nuestra mente y sistema nervioso – neurociencia y psicología
  • abrazando que el 96 % del universo es energía y tan solo el 4% materia y eso nos incluye a los humanos – trabajo energético
  • cuanto más me adentré en la neurociencia y en el trabajo energético, más conecté con la espiritualidad, no dogmática, sino personal e intransferible – trabajo espiritual.

Estos 4 pilares (neurociencia, trabajo somático, energético y espiritual) son los pilares sobre los que construí mi sanación, pasito de bebé a pasito de bebé, mi filosofía de trabajo. Reprogramando mi sistema nervioso y mente, liberando emociones bloqueadas, equilibrando mi energía y conectando con una brújula interna que me guía con amor.

  • De las máscaras a la autenticidad
  • Del estrés y depresión a la soberanía sobre mis pensamientos y emociones.
  • De la ansiedad y las prisas constantes a la paz y presencia.
  • De vivir llena de miedos e inseguridades, a vivir llena de (auto) confianza y amor.

Ahora agradezco cada experiencia pues ha forjado mi maestría en lo que he venido a hacer. No solo me lo sé de estudios, formaciones, cursos y libros (que eso también es importante), conozco el camino del Ave Fénix que resurge de sus cenizas de primera mano.

Mi trabajo es catalizador de profundas transformaciones y mejoras.

Está al alcance de todas y todos, no importa lo difícil (o imposible) que lo veas y sientas. Lo que importa es tu apertura y deseo de aprender a hacerlo diferente para obtener resultados diferentes.

Aquí tienes una mano tendida, conóceme más profundamente a través de una “cita a ciegas” para comprobar si somos el equipo perfecto para ir a por tu bienestar, felicidad y paz.

La mayoría no somos responsables de nuestras heridas, pero sí somos responsables de sanarlas.

Marisa Ruiz Coach

Experta en Coaching

Caminaré a tu lado para ayudarte a alcanzar tus objetivos y aspiraciones. Te escucharé, te haré preguntas, descubriré cuáles son tus desafíos y te inspiraré para alcanzar ese objetivo final. El coaching es acción consciente, juntas, seremos el equipo que hace posible tus sueños y deseos.

Marisa Ruiz Coach

¿qué dicen mis clientes?

Trabajé con Marisa justo en el año que cumplí 40 años, y en el que decidí ir más allá de mis limitaciones, no postergarme y sanar heridas.
Las sesiones fueron interesantísimas, con muchas técnicas y aprendizajes.
Gracias Marisa por mostrarme una nueva mirada que me reconecta conmigo y me abre las puertas a entender patrones y creencias y me dio las bases para empezar a traspasarlos, cambiarlos, soltarlos. Este camino es el primer paso hacia mi Ser completo y libre.
Gracias Marisa por Recordarme lo Verdadero e Importante en esta Vida, YO!!!”

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Ceci Lana

Barcelona

Cuando contacté con Marisa estaba en un estado de ansiedad las 24 horas del día, no dormía, con ataques de pánico, sin apetito, me sentía sola, triste y no sabía qué me pasaba, no me reconocía a mí misma. En el proceso de coaching he entendido el por qué de mi ansiedad, a conocerme mejor, ahora estoy tranquila, he aprendido a quererme, a perdonarme (a mí y a otros.) He curado viejas heridas que no sabía que tenía, y eso me ha dado mucha seguridad y calma.
Confío plenamente en la metodología de Marisa que aúna neurociencia con psicología y espiritualidad y recomiendo su acompañamiento a cualquier persona que quiera mejorar la relación consigo misma y/o con los demás.

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María J.F

Benicasim

Desde el principio, Marisa podía ver cosas en mí que me bloqueaban en mi desarrollo. Gracias a su sabiduría y cariño, me sentí muy acogida y entendida.
Trabajando con ella he podido avanzar mucho más de lo que me imaginaba que fuera posible.
Admiro su profesionalidad, sus conocimientos y la variedad de herramientas que posee.
Recomiendo a Marisa a cualquier persona que busque entenderse mejor a sí misma, sacar más su fuerza y su poder.

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Daria L

Polonia

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